viernes, 10 de agosto de 2007

...




*Desempolvando*






Bueno, despues de dejar morir el Blog, se me ocurre actualizar ya que no tengo nada mejor que hacer mas que alguna que otra platica aburrida que no entiendo xD
No se que contar O___O
Ojala tubiera un poco de imaginacion a estar horas, tenia sueño pero se me quito...
El Lunes vuelvo al colegio y esta dandome un ataque nervioso, no tengo ganas de volver al colegio, no tengo ganas de ver a mis "amigas", de ver los corredores, ni de sentarme nuevamente en una banca.
Jamas crei sentirme tan fuera de lugar en la escuela, me siento tan sola aun asi estando rodeada de mucha gente...
No es lindo pasar desapercivida por todos...
Es tan extraño estar ahi sin poder logran entablar una buena conversacion con alguien.
Ni de tener a alguien cerca que me entienda o que tenga los mismo gusto que yo.
Y mis "amigas" lo unico que hacen es andar correteando por ahi tras los chicos, hablando de tonteria imedia que no me interesa...
Es tan horrible tener que soportar platicas de "Toda mi ropa es de marca" "Lo mas caro que me he comprado me ha costado $1100" "Fulanito estaba borracho y se le declaro a Perengana" "¿Ya viste el nuevo look de Mengana?"
Y yo como siempre, termino siendo la extraña, la amargada o la infeliz O_O
La extraña con raros gustos musicales o la que no sonrie nunca...
O simplemente "La Rara"...
Si, mi vida escolar es una porqueria xDD
Por eso desearia quemar la escuela y no volver jamas...
Como extraño la secundaria, era tan diferente...
No se por que todo el mundo me dice que "La Preparatoria seria la mejor epoca de mi vida"
Hasta ahora, esta siendo la peor...
En fin, no seguire escribiendo mas, que es casi media noche y empiezo a divagar.





Pim
No se porque escribi esto aca O__O



miércoles, 18 de julio de 2007

Your Guardian Angel

When I see your smileTears run down my face
I can't replaceAnd now that I'm strong I have figured out
How this world turns cold and it breaks through my soulAnd
I know I'll find deep inside me I can be the oneI will never let you fall
I'll stand up with you forever
I'll be there for you through it all
Even if saving you sends me to heavenIt's okay.
It's okay. It's okay.
Seasons are changingAnd waves are crashing
And stars are falling all for us
Days grow longer and nights grow shorter
I can show you I'll be the one
I will never let you fall (let you fall)I'll stand up with you forever
I'll be there for you through it all (through it all)
Even if saving you sends me to heaven
Cuz you're my, you're my, my, my true love, my whole heart
Please don't throw that away
Cuz I'm here for youPlease don't walk away and
Please tell me you'll stay, stay
Use me as you willPull my strings just for a thrill
And I know I'll be okayThough my skies are turning gray
I will never let you fallI'll stand up with you foreverI'll be there for you through it all
Even if saving you sends me to heaven

domingo, 15 de julio de 2007

Recuerdos.




«El infierno es un lugar en que no se ama.»

La casa cural, era la única mierda medianamente decente del barrio donde vivíamos yo y Teresa, hermanas. Cuando nuestro padre murió, decidimos ir a pasar algún tiempo mientras nos arregláramos a lado del cura, que era amigo de nuestra madre.
Un día cuando íbamos a comprar algo de pan para la comida, en la noche, nos chocamos con un hombre, el mismo suplicó disculpas y se presentó.
Era alto, atractivo, con lenguaje cortés y notablemente modales cultos, no pasaría de los veinte años.
Sus ojos color grises, que inspiraban cierta antipatía.
Yo, una mujer de la misma edad, delgada y pálida, con ojos color negro, con algo de brillo por la luz de una casa que estaba adelante de el lugar.
El caballero nos había comentado, que su esposa estaba enferma, y necesitaban una casa, ya que los habían sacado, nosotras ofrecimos cuidados, gustosas de tener a tan apuesto hombre en el hogar.
Jonathan nos había comentado que en un pasado, cuando su padre había estado vivo, eran ricos, gracias a una hacienda cerca del país donde vivíamos, luego de la muerte, tuvieron la banca rota, por ser ambos jóvenes, y sin mucho orden, ni conciencia para hacer lo que debían. Ambos se mudaron al apartamento de la madre de Susana, la madre aceptó convivir con Jonathan y su hija. Un tiempo después tuvo que echarlos por problemas de espacio y cansancio, además, no ayudaban mucho con lo que cobraban para vivir en aquel apartamento. Jonathan y Susana sin alternativas tuvieron que vivir en las calles, no les quedaba otra. Jonathan agregó que fue un milagro de Dios a ver encontrado a mi hermana y a mi, justo cuando Susana presentó una enfermedad rara.
Unos días después de estar con nosotras, Jonathan buscó un trabajo, y efectivamente lo encontró, pero era fuera de la ciudad, así que se mudó, con una fecha próxima para regresar a la casa cada mes que le dejaran.
Un día estabamos las tres sentadas, Susana parecía triste, sentada en un cómodo alejado de nosotras, parecía que no quería estar más ahí.
Yo me había quedado sentada en el mueble de tres acientos, esperando a mi hermana, que había buscado el correo de aquel día. En ese momento le pregunté a Susana si quería tomar un té, o café, ella sin amabilidad, y secamente respondió.
- No necesito de los cuidados tuyos, estaré enferma, pero puedo hacer todo lo que quiera - Susana había volteado a verme, y luego volvió su mirada a la ventana que estaba frente a ella.
- Disculpame, no quería molestarte - Respondí con algo de amabilidad, y a la vez un tono de ironía.
En ese momento entró mi hermana con las cartas, una era de Jonathan, ella se le acercó a Susana, la que parecía una sombra blanca, entre toda la oscuridad que había, y la ventana entrecerrada y se la entregó.
El resto de las cartas eran facturas y promociones para viajes y dinero que nunca gana nadie.
Cuando Susana abrió la carta, que decía sobre la llegada en pocos días de su esposo, no le causó alguna emoción.
- ¿No estás feliz? - Preguntó mi hermana al decirme lo que decía la carta.
- ¿Debo estarlo? - Respondió con una pregunta, dobló la carta y la echó a un lado.
- Claro que sí, es tu esposo - Le dije mirándo caer la carta.
- El señor Jonathan - Comenzó mi hermana - Muestra mucho cariño a usted - Terminó de hablar, y levantó la carta, ofreciendole a Susana volver a tomarla.
- ¡Ni siquiera lo amo! - Con el brazo tumbó la carta de las manos de mi hermana.
- ¿Cómo no lo ama? - Pregunté - Se casó con el - Agregé -
- ¿Es amor que mis ojos bajaran al verle cerca? - La mujer comenzó a describir - Si mi corazón solo latía a prisa por
miedo a que me hablase, siempre quize irme, pero por impulso decidía quedarme, ya que me sentía satisfecha de que me amase - Continuó - Yo amaba a otro, que era el que ocupaba mi corazón y sueños con su hermosa imágen - Agregó Susana - Cuando veía sus ojos en mí, recordaba la amada vista sobre mí de mi amado Rubén - Suspiró - Pero yo estaba segura de que el no me amaba, y no soportaba no tener cerca a una persona diferente a el, pero supuse que nunca sería para mí, ¡la locura de su admiración es lo que yo deseaba! - Parecía exaltada, y volteó a vernos - En esos momentos siempre recordaba mis largas conversaciones con Rubén, a Jonathan se le dificulta hablar, ni siquiera sabe lo que me gusta de verdad, Rubén tenía el don de la palabra, cada cosa que decía me enamoraba más de el.
¡Yo quería que Jonathan me deseara!, solo por eso permití que el pensara que yo lo amaba, lo que fue un gran error, ¡una equibocación! mientras yo amaba, yo sentía, yo tenía en mis pensamientos a ese frágil y hermoso rostro de Rubén.
Luego de las palabras de Susana, mi hermana y yo quedamos sorprendidas, notamos que estaba exaltada, lo que podía empeorar su enfermedad, mi hermana y yo suspiramos recordando lo que nos había dicho bien, cada recuerdo que había nombrado, parecía su vida de sufrimiento.
-Tal vez si no decía esto, me dieran por loca, teniendo a mis pies a un hombre, que era rico, y además, apuesto por los ojos de otras mujeres, yo despreciarlo y verlo como alguien cualquiera, delgado y pálido de la esquina, vendiendo patatas para ganarse la vida con un miserable dolar.
Los viejos recuerdos que solo guardo en mi corazón, detrás de cada sufrimiento que ha pasado mi vida.
Este es uno de los que más resaltan, porque el rostro de Rubén aun está en mi corazón, y me sigue gritando a que lo busque, aunque nuestro amor no corresponda, y ni siquiera sepa en que parte del mundo esté metido.
Yo no pensaba casarme de nuevo, luego de quedar viuda de un joven caballero de ojos azules que dejó mi corazón marcado, pero de odio, su muerte dejó una amarga advertencia de lo que es el maldito propósito de el matrimonio, pero como ven, me volví a casar, sin ningun propósito - Me decía - Jonathan cuidaba de su padre, que era mi tío, y yo me había ofrecido a ayudar, de la forma que lograra.
Jonathan nunca imaginó que junto a el no me sentía cómoda, muchas veces rechazé sus invitaciones a la cama, por la misma razón.
Soporté estar con el, por miedo a que me dejara sola en algun lugar de la calle, como un puente o un pequeño motel barato, al que no lograría pagar después de una semana con lo poco que el me iría a dar.
Luego de un tiempo con el, logró emocionar un poco a mi corazón, haciendo que un pequeño amor creciera.
Cuando su padre murió el se mudó por cuestiones de trabajo, la correspondencia era lenta, así que sus cartas tardaban en llegar, lo que a mí me parecía horrible, anciosa de sus cartas, no tenía alternativa más que esperar que algun día llegara el momento.
Rumores de la calle decían que Jonathan nunca sintió amor alguno por nadie, mucho menos por su anterior esposa, de la cual se había divorciado.
Después de unos meses, cuando llegó la carta de Jonathan, con mucha emoción la ví, hablaba de su esposa anterior, estaba viva, y casada, con una familia, al parecer muy feliz, luego agregó que jamás se había enamorado.
Rubén por otro lado, me mandaba algunas cartas, que leia con emoción y pena a la vez, mientras Jonathan me confezaba que yo era el amor de su vida, y que todo su ser era para mí, lo que me hacía sentir satisfecha de mi misma.
Mi vida antes tan tranquila se había trocado en afanosa y sobresaltada, faltándome el valor para emanciparme de una dominación, que se me imponía y me hacía desde luego desgraciada.
Unos meses después me volvió a escribir una carta Jonathan, la cual decía: Mi anterior esposa se divorció, y sus hijos quedaron con su padre...
¿No debería casarme con mi anterior esposa y aunque no sienta amor por ella, cumplir ese deber? - En ese momento la carta se me había caido de las manos, mi corazón se había roto y las lágrimas empezaron a salir léntamente.
No dudé en responderle, había escrito que siguiera los impulsos de su corazón, mi mano temblaba, y mis lágrimas aun salían, por suerte ninguna mojó la hoja en la que escribía.
Esa misma noche, en un intento de orgullo, le escribí que me quería hacer su esposa.
Rubén me había respondido ya, diciendo que necesitaba ir a un viaje al lugar donde estaba, y proponiendo tener algo más conmigo.
Le seguí escribiendo a Jonathan, diciendo que nuestro matrimonio sería a escondidas, hasta solucionar problemas financieros, y familiares, por ser el mi primo.
Ese día estaba impresionada de lo que había echo, y pensaba cada vez más lo poco que le quería, y lo lograba entender.
No tenía ninguna amiga a la que contarle mis memorias, ya que, soy tímida, y no me atrevía a tener una amiga íntima.
Cuando Jonathan llegó, quería morir antes de ser su esposa.
Nos casamos, y todos eran felices, yo no me atrevía a hablar, y mi primo se sentía feliz y realizado.
Ya no me quedaba de otra, tenía que quemar cada carta guardada de Rubén, todas a la chimenea las mandé, y me quedaba mirándolas quemarse, todas sus palabras, sus sentimientos, su querer y su afecto hacia mí se hacía cenizas... Mi corazón también parecía haberse convertido en cenizas. Todo lo que había no debía quedar, así que limpié todo y lo boté muy lejos...
Las mujeres somos débiles y naturalmente cobarde de espíritu, todas las noches recordaba a Rubén, parecía estar en todos lados, y su voz me repetía todo lo que antes me decía... - Susana suspiró y abrió las cortinas, que tapaban un poco la ventana, ya era de noche, la luna daba la luz a la habitación, Susana que llevaba su vista en el suelo fijamente, la levantó y miró a la luna, iluminandole su hermoso rostro.
Cuando ya llevaba meses casada con Jonathan, llegó una carta de Rubén - Continuó la mujer - La carta estaba atrazada y me felicitaba por mi matrimonio próximo con Jonathan, pero también agregaba que no me correspondía estar con el, que no era posible, ya que ese amor no parecía estar bien, desde su punto de vista.
Jonathan fue a mi habitación, y me preguntó quien me enviaba cartas, con una mirada de cariño, me tomó de la mano y me llevó a sus labios, pero sintió el temblor en mí, y decidió no besarme...
- ¿Qué te han escrito? - Preguntó - ¿Qué tienes?
- Nada - Le había respondido intentando evitar la anterior pregunta.
- Dame la carta - Dijo Jonathan soltándome y dandome la mano para que se la entregara.
- No puedo - Contesté escondiendo la carta detrás de mí
- ¿No? - Me arrancó la carta - Tengo derecho - Hizo ademan de romperla.
- ¡No! ¿Qué pretendes? No puedes leerla, es mia - Le dije en aire de súplica.
- Me obligas a hacerlo - Había empezado a ver la carta, que estaba abierta, mientras sujetaba mis manos.
Ya no podía hacer nada, así que me senté en silencio, con cara de reproche. Jonathan me miró y apretó la carta, dejándola arrugada con sus manos - ¡Su firma! - Susurró y se agachó a mí
- No necesito que me digas quien la ha escrito, conozco su letra, sé perfectamente quien es - Había dicho el casi tartamudeando, se lavantó y se dirigió a la puerta, sin darme otra palabra.
Me sentí culpable, así que me levanté y lo sujeté
- ¡Te explicaré! Espera, por favor - Le dije
- ¿Explicar? - Se echó una risa con nerviosismo - Me has engañado, así de fácil, señora, no lo puedes explicar.
- ¿Engañado? Jamás
- ¿No? Sabía que habían correspondencias de un enemigo mío, pero no les presté atención
- Yo no sabía...
- ¿Si no ubieras sabido no tendrías esa linda amistad con el? - Dijo rápidamente y salió de la habitación.
Preferí no detenerlo, sabía que iba a reaccionar con violencia hacia mí... Me acerqué por la ventana y no se veía muy bien, pero escuché dos exclamaciones.
¡Rubén!
¡Jonathan!
- Deseaba verte - Le dijo Rubén con ironía
- Ven querido amigo, necesitamos hablar
- ¿Hablar? - Preguntó Rubén
En ese momento se fueron, ya que mi presencia no era buena... Tenía en la cabeza que estaban hablando, cuando Jonathan llegó me miró y no dirigió una palabra, se fue a su habitación y se encerró, yo preferí no hablarle.
Una carta me había llegado, misteriosamente, supuse que sería Rubén, la leí, y efectivamente, era de el, decía todo lo que había hablado con Jonathan...
Sus ultimas palabras habían sido que prometió no volver a hablarme, y que esta amistad entre el y yo no podía seguir por el casamiento con Jonathan, que no iría a ser el correcto.
Susana calló...
Lo que me dejó preguntarle
- ¿No haz intentado decirle eso a Jonathan?
- Claro, pero, su carácter frío y enojado no me lo permitió nunca, haciendo que mi corazón sea un desierto.
- ¿Haz visto a Rubén alguna otra vez? - Preguntó mi hermana
- No, nunca más... Me enteré de que volvió con su esposa y ahora son felices, pero nada más, y nada dicho de su parte... - Le dijo - Sé que me podría a ver enamorado de Jonathan en un tiempo, pero su carácter no me deja, y el recuerdo de Rubén tampoco, si tan solo lo olvidara, aprendería a soportarlo - Susana suspiró - Tristes recuerdos de una mujer...
- Los recuerdos son hermosos, y al a vez tristes - Alcanzé a decirle - Piensa en todo, y recuerda a Rubén como algo bueno que pasó en tu vida - Agregé - Para que te dé ánimos - Suspiré
- Quisiera hacerlo... - Contestó Susana - Y me agrada tener esta enfermedad, espero morir pontro - Nos dijo.
- No diga eso - Le dijo mi hermana - Sea feliz, disfrute lo poco que le queda... -
Al siguiente día, Jonathan había llegado, subió a la habitación a ver a Susana, que al parecer seguía dormida, le tomó con los dos brazos y agitó - Es hora de despertar - Le dijo con una sonrisa, al ver que Susana no despertaba le movió con fuera y puso su oido a su corazón, y su mano a su nariz, no tenía respiración y su corazón no latía, Jonathan cayó impresionado y triste... - No - Susurró intentando ser fuerte...
A la semana de la muerte de su esposa se repuso, renunció a su trabajo y nos agradeció por la estadía en nuestro hogar.
- ¿Seguro que se quiere ir? - Le pregunté
- Lo estoy - Afirmó con la cabeza
- Hasta luego - Se despidió mi hermana
- Adiós - Dijo Jonathan abriendo la puerta, sin rumbo fijo, sabíamos que no tenía donde ir.

sábado, 14 de julio de 2007

Y...



Y me dicen que este sueño si es real...

jueves, 12 de julio de 2007

¿Cómo subir imágenes a las entradas?


[Para Pim, luego se me olvida xD]
1. Preciona en el iconitu [*-*] del paisajitu xDDDD [El de más color, por Dios, que mal explico O.O]
2. Subes la imágen, colocas un tamaño de imágen y donde quieres que salga [En que lado xD]
3. Subir imágen *-*