Una rosa en mis manos

Que hermosa es la rosa,
Pareciera, que esta creada con la ternura de tu mirada.
Su beso humedece las profundidades del alma,
Sedudiéndole con su dulce inspiración.
Perfuma ilusiones vestidas por los rayos del sol,
Danza.. coquetea entre mis ojos.
Diosa en manos de niños,
Suspiras tu dulce néctar en el corazón herido,
Hechizándolo con tu canto de amor.
Sometes un placer seductor,
Robándole ese beso,
Guardado en la puerta de sus labios.
Cerrados tus pétalos en botón,
Abrigas la joya que abre las puertas,
Celestiales y terrenales, grandes y pequeñas,
Traspasando la vida y la muerte.
Incesante calidéz decolorando mi sangre,
Convirtiéndo mi palpitar en un suspiro.
Suave brisa que refresca mis sentidos,
Entonces… soy presa de tu encanto.
Goteando lagrimas y rizas,
Mis dedos acarician el beso de tus espinas,
Bebiendo tu copa… embriago el dolor,
Dulce de mi alma.
Que enamorada del amor, brinda por la vida,
¡Vida!.. a flor de sentimientos,
Acaricia un sueño adorado
Sufriendo la espera de lo que ya fue.
Rosa… tierna… engañoza,
En su esplendorosa quimera,
Pareciera que une, el cielo y la tierra,
Revolcando la divinidad del atardecer.
Soñando su visión con una inspiración,
Reza.
Su sublime querella adorna mi cabeza,
Con un himno de amor.
Fulgurando su Refulgente majestuosidad
de muchos colores,
Intimidas mi vida, y la de los hombres.
Debilitados por tu hechizo… caminamos,
Riendo y a veces llorando.
Prisionera camino por la vida y la muerte,
Condenada al amor y al dolor,
Con una rosa en mis manos.